LA GUARDIA CIVIL DESMANTELA DOS GRUPOS ORGANIZADOS Y ESCLARECE 48 DELITOS DE ROBO EN LA RIOJA Y NAVARRA

Sáez muestra parte del material incautado a Bretón y López Durán.

06/06/2013

Sustraían herramientas y gasoil en explotaciones agrícolas y casillas de campo de La Rioja Baja y Navarra. De los once detenidos seis de ellos han ingresado en prisión.


 

Efectivos de la Guardia Civil en La Rioja en el marco de la “Operación Sector 5” han procedido al desmantelamiento de dos grupos organizados, uno formado por cuatro personas de nacionalidad rumana y el otro por seis de nacionalidad marroquí, presuntamente todos ellos se dedicaban a perpetrar robos con fuerza en explotaciones agrícolas y casillas de campo de La Rioja Baja y Navarra.

 

En este operativo han sido detenidas once personas, a las que a las que se les imputan varios delitos de robo con fuerza, uno de pertenencia a grupo criminal y otro de receptación. Seis de ellas ya han ingresado en prisión.

 

Uno de los detenidos, de nacionalidad española y de profesión ganadero, indicaba a los delincuentes los lugares donde podían sustraer el gasoil, para posteriormente comprárselo a 0,30 € el litro, utilizándolo para abastecer los generadores de su explotación agrícola. Otro individuo de nacionalidad rumana, también compraba, para uso particular, el gasoil sustraído. En total se han sustraído en diferentes explotaciones agrícolas 12.000 litros de gasoil

 

Los robos que se venían produciendo desde febrero de 2013, llegaron a causar cierta alarma en las zonas afectadas. En una sola noche llegaron a perpetrarse hasta 18 robos con fuerza en la zona de Corella (Navarra).
 

Modus operandi de los grupos

El grupo de ciudadanos marroquíes se dedicaba fundamentalmente al robo de gasoil. Estas personas conocían la zona de actuación a la perfección, ya que alguno de sus integrantes había trabajado en las explotaciones agrícolas afectadas.

Accedían a los lugares de los robos por la noche, mientras unos vigilaban, otros sustraían el gasoil de los depósitos, en ocasiones, los daños causados superaban el valor de lo sustraído.

El gasoil sustraído lo vendían a 30 céntimos el litro, siendo el principal receptor un ganadero de la zona, que era quien, además, indicaba a los delincuentes los lugares donde podían sustraer el gasoil.

El grupo de ciudadanos rumanos dedicaba primordialmente su actividad al robo en domicilios y casillas de campo, de donde sustraían todo tipo de efectos: televisores, herramientas, generadores, etc

Los efectos sustraídos eran remitidos a su país de origen. Para ello los embalaban en maletas precintadas y las enviaban a Rumanía a través de un sistema de furgonetas de transporte con periodicidad semanal.

El único nexo de unión entre ambos grupos delictivos era el ciudadano español receptor del gasoil robado.