El Plan Bolonia: una nueva forma de entender la Educación Superior , también en La Rioja.

El Plan Bolonia: una nueva forma de entender la Educación Superior	, también en La Rioja.

06/03/2009

§ El nuevo Espacio Europeo de Educación Superior concede mayor protagonismo al estudiante,  en detrimento de la asignatura.
§ La UR ya ha verificado títulos y está trabajando, tanto en la adaptación de los títulos como en la metodología.
§ La Universidad Española seguirá siendo pública.
 
La nueva forma de entender la Educación Superior en Europa, el controvertido Plan Bolonia, busca cambiar rotundamente el concepto de Universidad en sí mismo. La enseñanza/aprendizaje huye de la memorización conceptual para imbuirse del esfuerzo, de la motivación del alumno por aprender en un contexto que se extiende a lo largo de la vida; se trata de enseñar a aprender, del contenido-centrismo al alumno-centrismo, desde el año 2010, el universitario será el verdadero protagonista de los centros europeos de educación superior.
 
El Plan Bolonia ha recibido en España y en La Rioja, una apreciable contestación, con voces en contra y manifestaciones estudiantiles. Muchas son las protestas y que desde hace unos meses están llevando a cabo organizaciones estudiantiles en contra del denominado Plan Bolonia, el Espacio Europeo de Educación Superior, pero son muchas las cuestiones que se esconden tras una idea que nació en una reunión de la Sorbona, en 1998 y que toma su nombre de la Declaración de Bolonia, firmada por los ministros de 29 países en el mes de junio de 1999.
 
Hay que preguntarse  cuál es el principal objetivo de este Espacio de Educación Superior Europeo. No es lógico que si caminamos a una perfecta unión económica, política o cultural del viejo continente, se deje fuera nuestro sistema educativo; y más si se fomenta desde los propios Estados miembros y no miembros que un español pueda desarrollar su futuro trabajo por ejemplo en Eslovaquia.
 
El problema reside en elevar a categoría oficial las titulaciones cursadas por los alumnos en cualquier parte de los países miembros de ese Espacio Europeo de Educación Superior; de esta forma ya no serán necesarias las antiguas convalidaciones de estudios superiores que, algunas veces, concluían con el no reconocimiento de las licenciaturas obtenidas por parte de la autoridad receptora del país de llegada, debido a la escasa homogeneidad de las titulaciones incluso cuando muchos de esos estudios superiores tenían la misma denominación.
 
El Espacio Europeo o Plan Bolonia permitirá conocer los conocimientos y capacidades de quien posee el titulo y así poder equiparar mucho más fácilmente unos con otros, independientemente del país en dónde se obtuvo.
 
En desarrollo de este Plan, a partir del año 2010, fecha de inicio, la educación superior europea tendrá tres ciclos: grado, máster y doctorado.
 
Para poder acceder al máster será necesario obtener el título de grado, el cual es una enseñanza necesaria para que el alumno tenga una formación general, en una o varias disciplinas, orientada para el ejercicio de la profesión.
 
Para obtener el grado será necesario sumar créditos; cada asignatura tendrá un valor en créditos y la suma de todos ellos permitirá al alumno la consecución del título de Grado. Aunque cada país tendrá la potestad de determinar cuántos créditos son necesarios para obtener el título, el compromiso alcanzado es que oscile entre los 180 y 240 créditos, cifra esta que ha sido adoptada por España. Esto se traducirá en una duración de 4 años, excepto los que están sometidos a las directivas propias de la Unión Europea como por ejemplo Medicina, que durará más tiempo. De esta forma, unificando el espacio, habrá nuevas titulaciones, otras parecidas y otras con cambios muy significativos.
 
Obtenido el titulo de Grado, se puede ya cursar el Master, pero sólo con la consecución del Grado ya se está preparado para acceder al mercado laboral. Los Máster tendrán una duración de entre uno y dos años y su obtención otorga al alumno el título propio de esta disciplina. La novedad es que el alumno podrá cursar un máster distinto al de la titulación de grado de origen y los precios tendrán precios públicos fijados por las propias administraciones públicas, y los de las privadas por los precios que ellas mismas establezcan.
 
El último paso en la ecuación superior será el Doctorado, un estadio educacional cuyos planes serán establecidos por cada Universidad conforme a un marco legal establecido, del que no habrá por tanto un catálogo oficial y que se obtendrá cursando los contenidos propios de este titulo; contenidos que se basarán el la elaboración de un proyecto de investigación. Se clasificarán por ramas de conocimiento, esto es: Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Jurídicas y Arquitectura. La Universidad incentivará además que los alumnos puedan compatibilizar sus estudios con trabajo de tal forma que se vaya preparando a los futuros profesionales para el mundo en el que viven.
 
Un argumento esgrimido por los detractores es que el  Espacio Europeo de Educación Superior pretende una “privatización” de la Universidad Pública. Al contrario, la Universidad española seguirá siendo pública y de ninguna manera se privatizará el servicio que presta a los jóvenes de nuestro país. Este nuevo espacio tampoco se alineará con los grupos privados, aunque admite la necesidad de que exista comunicación entre lo que la universidad ofrece y lo que la sociedad demanda, pues es una forma de mejorar las posibilidades de encontrar un empleo a la conclusión de los estudios.
 
También los precios de las titulaciones, seguirán como hasta ahora, siendo públicos y tutelados por la administración y por supuesto, seguirá habiendo sistema de becas para los alumnos. Los prestamos universitarios tendrán un periodo de carencia superior a los propios estudios y servirán para la realización de estudios en otro país del espacio EES o en Norteamérica.
 
Se trata en definitiva también de apostar por la formación continua, una nueva oferta formativa ligada a la universidad, que no formará parte de las enseñanzas oficiales para que la universidad no sea una etapa final de la vida, sino que para que la formación sea una constante y abrir, al mismo tiempo,  las fronteras hacia una Europa más unida, más cohesionada, con la unificación de criterios educacionales, que permitirá a los futuros profesionales del viejo continente desarrollar su carrera profesional y universitaria, allá dónde deseen, con la seguridad de que lo que aprendieron en España tendrá validez en todo este espacio superior.